RESUMEN
La idea de que las mujeres soportan una carga desproporcionada y creciente de la pobreza a escala global se ha convertido en una idea casi dogmática en las últimas décadas. Con frecuencia, esta idea se resume y trasmite con la expresión feminización de la pobreza. Esta expresión tiene su origen en la década de los setenta, si bien no es hasta el decenio de los noventa cuando se incorpora con fuerza al léxico del desarrollo. Más de una década después, la tesis de la feminización de la pobreza ha posibilitado que no sólo las mujeres sino también el género hayan adquirido una visibilidad sin precedentes en el debate académico sobre el desarrollo y en las estrategias orientadas hacia la reducción de la pobreza, si bien esta visibilidad no ha ido acompañada de una especificación adecuada del significado de la feminización de la pobreza, utilizándose a menudo sin demasiado rigor. Por ello, este trabajo comienza explorando las nociones más comunes acerca de la feminización de la pobreza, examinando a continuación sus principales debilidades desde el punto de vista analítico. El trabajo se completa con un estudio de los índices compuestos formulados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo que, aunque claramente mejorables, han de ser considerados en todo análisis de la pobreza desde una perspectiva de género.