RESUMEN
El proceso más democrático que ha tenido la UE de elaboración de una reforma de sus tratados se ha visto sustituido, paradójicamente, por un proceso semi-clandestino que ha permitido, además, la reapertura de la negociación en posición de fuerza de aquellos estados que, o bien han rechazado el tratado o bien lo no lo han ratificado. El resultado ha sido un texto complejo que, sin embargo, preserva algunas de las soluciones de la Constitución. El texto debe pasar sin embargo, la prueba de la ratificación para la que existen varias incertidumbres que pueden hacer peligrar el resultado final.