Un nuevo peligro amenaza el mundo, el totalitarismo que están imponiendo algunas, muy pocas, élites globales. Esta amenaza se extendió sobre el Sur en los años ochenta y noventa, y ahora gracias al neoliberalismo se han hecho lo bastante fuertes para imponer políticas también en los países desarrollados. Esta dinámica nos impone una reflexión no solo sobre el sistema global, sino también sobre la necesaria adaptación de la teoría de Relaciones Internacionales a una nueva realidad en la que los procesos de acumulación de poder están cada vez más alejados de los Estados y de los recursos que dependen de ellos. La prueba de ello es que la capacidad militar tiene un papel cada vez menor en los procesos de acumulación de poder en el sistema global.

Las decisiones más importantes, las que deciden nuestro presente y futuro, las están tomando unas élites globales que se esconden detrás de palabras como "mercados". Estas élites globales no están imponiendo un nuevo tipo de fascismo, ya que no son un gobierno de un estado. Es un nuevo tipo de totalitarismo que no es menos peligroso porque toman decisiones por encima de los gobiernos, los parlamentos y la población sin estar sometidas a ningún tipo de control.

Estas élites están formadas por muy pocas personas con capacidad de acumular poder y capital a nivel global. Si partimos de las definiciones de Actor aceptadas comúnmente en las ciencias sociales, podemos llegar a la conclusión de que son muy pocos los actores en el sistema global que tienen la autonomía, la capacidad de movilizar recursos que le permitan alcanzar sus objetivos, y la capacidad para ejercer influencia sobre otros actores del sistema global. ¿Cuántas personas puede haber en el mundo que tengan los recursos y el poder para influir sobre los gobiernos de los países más ricos? Podemos considerar a algunos directivos y capitalistas que controlan las grandes empresas multinacionales, en la actualidad sobre todo las financieras: a los directivos y propietarios de las diez grandes corporaciones que controlan la información; a los dirigentes de algunas organizaciones financieras como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial; y a algunos políticos que gobiernan unas pocas potencias como Estados Unidos, Alemania, China o Gran Bretaña. Y otra pregunta es: ¿De qué recursos y margen de autonomía disponen hoy en día la mayoría de gobiernos para tomar decisiones? Por lo que podemos apreciar, de muy poca autonomía, sobre todo si no se apoyan en la población para hacer frente a las élites globales.

Y, por otra parte, ¿cuál es el papel de la población en el sistema global?

Para comprender la lógica que guía al sistema global y su evolución, proponemos la base teórica de la Sociología del poder. Recuperamos también el debate sobre algunos de los conceptos presentados por Gramsci como la hegemonía ideológica, el intelectual orgánico, la sociedad civil y la necesidad de construir un nuevo bloque histórico.

Lecture IBEI Izquierdo